miércoles, 19 de septiembre de 2012




LAS ESTRELLAS DE PIEDRA

Cuando abrí los ojos , aún no había amanecido, estaba en la misma posición que vestido me 
había arrojado a la cama, sentí un sabor acre en la boca , la sentí pastosa, recogí un cigarrillo de 
la mesa de luz y lo encendí, mientras miraba el ascenso de humo comencé a repasar los 
acontecimientos de una semana atrás, todo había comenzado en cuanto llegué al hospital psiquiátrico.
Buen día Dr. 
Saludó José, encargado de la vigilancia del hospital. 
--Buen día.. 
Contesté deseando que así fuera.
Me dirigí derecho a mi consultorio, en la sala de espera había varias personas, mi asistente entró 
detrás de mí llevando las historias clínicas.
--Hay un paciente que lo envió la Dra. Arregui, dejó dicho que después de la consulta se comunique con ella.
Dicho esto salió dejando sobre mi escritorio las historias clínicas, tomé la que me enviara la Dra. Arregui y la repasé ligeramente, nada anormal salvo la nota adosada al historial, “ no lo tomes a la ligera, escúchalo detenidamente”, lo separé del resto y me dispuse a atender a los pacientes, uno a uno fui atendiendo, hasta que mi asistente entró diciéndome que el próximo era el enviado de la Dra. Arregui, e hizo entrar al mismo, era un hombre de mediana edad, cabello entrecano, gesto adusto, algo encorvado.
--Buen día. Dr.
Saludó, su voz era pausada pero firme.
--Buen día, contesté, pase, siéntese por favor.
Dije señalando una butaca con respaldo acolchada, así lo hizo y se quedó mirándome fijamente.
--Tiene que ayudarme Dr.
No fue un pedido, más bien sonó como una orden.
--Ayudarlo en que cosa,,?
Traté de que mi voz sonara lo más normal posible, pero su mirada me incomodaba.
--Todo comenzó hace unos tres o cuatro meses..
Empezó a decir lentamente, y prosiguió.
--Yo vivo en un lugar apartado de Chascomús, bastante apartado, vivo en soledad desde
que falleció mi señora hace ya 5 años, nunca tuve problemas, me gusta la soledad,
tengo todo lo que necesito para sobrevivir, repito, nunca tuve problemas hasta hace como
dije anteriormente tres o cuatro meses atrás, una mañana al ir a recoger los huevos al gallinero,
en lugar de huevos en el nido encontré estrellitas de piedra , pensé que alguien me estaba 
haciendo una broma, pero como ?, yo vivo muy apartado y alejado de todo contacto 
humano, pero la cosa no terminó ahí, me desapareció el gallo y en su lugar encontré,
una estrella más grande que las otras, una noche me quedé Vigilando sentado en mi sillón
Junto a la ventana y ví como bajaba lentamente un gran disco y se quedó suspendido a un metro 
del suelo, bajó una rampa y descendieron tres altas figuras con túnicas hasta el piso, tomaron un 
cerdo y se lo llevaron, fui donde estaba el cerdo y encontré una estrella de piedra brillante un poco 
más grande que la anterior, fui a hacer la denuncia a la comisaría y no me llevaron el apunte, se
reían ,fui varias veces, me llevaron a ver a un Dr. Del pueblo, este me escuchó y me recomendó ir 
a ver con una carta suya a la Dra. Arregui, y ella me envió a Ud. Creen que estoy loco Dr. Y 
realmente tengo miedo porque se están llevando una cosa distinta cada vez que bajan, ayúdeme
Dr. La policía no me cree, que voy hacer?
Su voz sonaba angustiada, aparentemente era un típico caso de alucinaciones debido a la soledad,
--Mire, hagamos una cosa, yo voy a comunicarme con la Dra. Arregui, y evaluaremos su denuncia
analizando sus temores, le doy una cita para mañana a esta misma hora y le tendremos lista una
evaluación para que Ud. Entregue a la comisaría para que le tomen la denuncia.
--Se lo voy a agradecer Dr, muchas gracias.
Se levantó y salió caminando despacio volviendo a agradecerme antes de cerrar la puerta. Llamé
por teléfono a la Dra Arregui. 
--Hola Esther, como estás, habla Fernando, acaba de irse el paciente Que me enviaste, que piensas 
de él.
--Que tal Fernando, te contó todo ?
--Sí, de las cosas que le faltaron, de las siniestras figuras aparentemente extraterrestres, de las 
cosas que le dejan a cambio, decime, para qué me lo mandaste?
--Porque el Dr. Que me lo envió es un amigo y me pidió que le prestemos atención psiquiátrica ,
dice que es un buen tipo, lo conoce porque el atendió a su esposa hasta que falleció y le da 
pena Ver lo que la soledad le está haciendo, que le dijiste?.
--Le dije que volviera mañana, que le tendríamos lista una nota para que presente a la policía así
le tomarán la denuncia, pero creo que tendríamos que medicarlo y tratarlo, aún puede ser que
su esquizofrenia sea curable, te parece bien?
--Me parece bien, lo dejo en tus manos y gracias, cualquier cosa nos hablamos, chau un beso.
--Ok. Otro beso, chau.
Qué bien, a ella le envían un problema y me lo encaja a mí, me senté en la computadora y 
Comencé a confeccionar una nota para el paciente , como la nota iba a ir en sobre cerrado,
escribí indicándole a las autoridades del lugar lo que a simple vista y sin un estudio profundo
creíamos que el hombre sufría de alucinaciones debido a la soledad, que no era de peligro y
les solicitaba que aceptasen su denuncia para tranquilizarlo y de esa manera se nos haría
más fácil tratarlo, imprimí el escrito y lo coloqué dentro de un sobre, en el mismo escribí,
“ PARA PRESENTAR A LAS AUTORIDADES “, y más abajo, Dra. Esther Arreguy y Dr, Fernando
Iribarren, Psiquiatras. Dejé el sobre en el escritorio y atendí al último paciente, y me retiré 
a mi domicilio. Al otro día llegué un poco más tarde al hospital, no vi en la sala de espera 
al señor del día anterior que dicho sea de paso no sabía su nombre, llamé a mi secretaria
Y le dije que en cuanto llegase el hombre lo haga pasar y le pregunté si lo había anotado
y que me pasase su nombre, entró me entregó la ficha, en la misma decía, Gustavo Fernández 
Casas, 60 años, domiciliado en Chascomús , calle Belgrano S/n esq. Irala. no vino ese día ni
en toda la semana, entonces llamé a la Dra. Arregui.
--Hola Esther, te habla Fernando, tu paciente no vino en toda la semana, sabes algo?
--Hola Fernando, no sé nada, voy a llamar al Dr. En Chascomús y te llamo.
--Ok. Espero tu llamada.
Como a la hora sonó el teléfono.
--Hola Fernando, llamé a Chascomús y el Dr. Nada sabe de él, fue hasta la comisaría y tampoco,
quiere ir hasta la casa pero me sugirió a pesar de que sabe que es mucha molestia si podíamos
acompañarlo ya que supone que al vernos a nosotros. Tendrá más confianza que si va con la 
policía.
Qué tengo yo que ver con todo esto, pensé, pero como le decía que no a Esther.
--Está bien, cuando quieres que vayamos?
--Mañana te paso a buscar a las 5 de la mañana, te parece bien?
Encima tenía que madrugar.
--Ok. Te espero, hasta mañana.
--Hasta mañana y gracias.
Contestó y colgó.
-- que tengo yo que ver con todo esto, me repetía.
A la mañana siguiente, bien puntual llegó la Dra.
--Buen día Dr. 
Dijo con algo de sorna.
--buen día Dra. 
Conteste de la misma forma y creí ver una leve sonrisa dibujada en sus labios.
Llegamos alrededor de las 7 hs. Que era más o menos la hora pactada entre ellos, tras la presentación de rigor, nos dirigimos a la comisaría para ser acompañados por un oficial 

que conocía la zona, después de 30 minutos de viaje nos acercamos a una vivienda muy descuidada pero amplia, paramos cerca de la entrada , su vieja camioneta estaba a un costado,
--Don Gustavo!!!
Gritó el oficial, silencio absoluto.
--Don Gustavo!!!
Volvió a gritar el oficial ya más cerca de la puerta de entrada a la vivienda que estaba entreabierta,
Nos acercamos y muy lentamente entramos, estaba vacía, la pava sobre la mesa y el mate volcado 
a un costado, en una punta de la misma había unas estrellitas de piedra, al lado una más grande y 
al lado de esta otra aún mayor, y sobre el sillón junto a la ventana una estrella mucho más grande aún.


Carlos Martinez
 

4 comentarios:

  1. ¡qué relato Carlitos!!!

    ¿quién es el colifato en esta historia?
    me encantó.
    besos

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    1. Hola Susi, recien lo descubro, gracias por estar siempre, beso.

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  2. Muy bueno.
    Con un cierto toque poético en las simbólicas estrellas.

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    1. Hola Rorry, te pido diculpas, recien lo descubro, gracias por tus palabras.

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